Los anti-infecciosos, también conocidos como antimicrobianos o antibióticos, son medicamentos diseñados para combatir infecciones causadas por microorganismos como bacterias, virus, hongos y parásitos. Estos medicamentos se dividen en diferentes categorías según el tipo de microorganismo, los cuales son: antibacterianos, antivirales, antifúngicos y antiparasitarios.
Algunos de este tipo de medicamentos son:
–Los antibióticos: son medicamentos anti-infecciosos específicamente diseñados para combatir las infecciones bacterianas, pudiendo ser utilizados para tratar infecciones del tracto respiratorio, de la piel, o del tracto urinario, entre otras.
–Los antivirales: son utilizados para tratar infecciones causados por virus como influenza, herpes, o VIH, entre otras.
–Los antifúngicos: estos son utilizados para tratar infecciones causadas por hongos como Cándida.
–Los antiparasitarios: son utilizados para tratar diferentes tipos de parásitos, como amebas intestinales, entre otras.
Adicionalmente, en algunos casos, los medicamentos anti-infecciosos pueden ser utilizados de manera preventiva para evitar el desarrollo de infecciones en personas con un alto riesgo de contraerlas.
¿Por qué son importantes?
Estos medicamentos son de suma importancia, debido a que son fundamentales para curar y ayudar a prevenir varios tipos de infecciones, como neumonía o tuberculosis, adicionalmente son de gran ayuda para realizar procedimientos de rutina y cirugías complejas, contribuyendo a tratamientos inmunosupresores vitales, como la quimioterapia.
¿Qué causa una infección en el cuerpo humano?
Una infección puede ser causada por la invasión de microorganismos, como bacterias, virus, hongos o parásitos, los cuales afectan ciertos sectores del cuerpo humano, donde se debe tener en cuenta que una infección pueden variar dependiendo del tipo de microorganismo involucrado y del sitio de la infección.
Por último, es importante utilizar los antiinfecciosos de manera responsable y bajo prescripción médica, ya que el uso indebido o excesivo puede contribuir al desarrollo de resistencia antimicrobiana, lo que dificulta el tratamiento de infecciones en el futuro.
