Streptococcus pneumoniae, conocido también como Neumococo, es una bacteria causante de diversas infecciones en los seres humanos, principalmente en el sistema respiratorio (neumonía-otitis y sinusitis), pero eventualmente también puede producir compromiso sistémico a nivel del sistema nervioso central (meningitis) y el torrente circulatorio (bacteriemia).
Se trasmite por vía aérea a través del contacto directo con personas infectadas por la bacteria, generalmente las personas que corren más riesgo de contraer esta enfermedad son los extremos de la vida: niños pequeños y personas mayores de 60 años, así como pacientes inmunosuprimidos (terapia biológica, trasplantados, esplenectomizados o que viven con VIH), pero todo esto se puede prevenir a través de las vacunas específicas que tenemos disponibles.
Es importante crear conciencia sobre esta bacteria, ya que muchas veces pasa desapercibida por la población en general, pero puede llegar a ser letal, con una vacunación oportuna se podría disminuir su impacto, garantizando la salud y el bienestar de todos los que están en riesgo.
¿Cuáles son los síntomas? Los síntomas causados por esta bacteria son generalmente: fiebre, tos, dolor de garganta o de oído, asfixia, escalofríos, y dolor de cabeza. Si se presenta alguno de estos síntomas lo mejor es acudir al médico, pues requieres que te practiquen todos los estudios necesarios para poder realizar un diagnóstico oportuno, pues con el tratamiento antibiótico adecuado se evitan complicaciones.
Las vacunas contra Neumococo pueden evitar la enfermedad y disminuir el contagio, en la actualidad existen dos vacunas disponibles, la 13 Valente (vacuna conjugada) y la 23 Valente (vacuna polis acárida) ambas son vacunas muertas y una es el complemento de la otra, de manera que se deben aplicar en forma de esquema así: primero la 13 y ocho semanas después la 23, pero si por alguna razón primero se aplicó la 23, se debe esperar un año para aplicar el refuerzo de la 13, y en ambos escenarios, se debe aplicar un refuerzo de la 23 a los 5 años posteriores a la última dosis de la 23.
Neumococo es una bacteria que puede causar enfermedades graves, algunas llegando a ser mortales en ciertas poblaciones, por eso lo mejor es prevenir a través de las medidas básicas de higiene, actualizar los esquemas de vacunación (esquema completo) en población de riesgo, consultar a tiempo en caso de síntomas, y un tratamiento oportuno, logrando así reducir el impacto en la población general.