La hepatitis C es una enfermedad en la que se ve afectado el hígado, y es causada por el virus del mismo nombre, VCH; que se ubica en las células del órgano causando inflamación e impidiendo el correcto funcionamiento del mismo.
Las infecciones causadas por el VHC pueden ser de dos tipos, agudas y crónicas. La primera trae como consecuencia una dolencia leve que se elimina espontáneamente, y la segunda puede ser una enfermedad crónica que afecta al portante de por vida.
Cuando la infección es de tipo crónica, puede que los síntomas aparezcan cuando la infección esté tan avanzada, que esté causando complicaciones en el órgano, pero esto puede tardar hasta después de diez años o incluso más. Por eso es importante hacerse pruebas de detección de la hepatitis C, incluso cuando no se tienen los síntomas, con miras a iniciar un tratamiento y evitar la propagación de la enfermedad.
¿Cómo se diagnostica la hepatitis C?
Al ser un virus de conducta asintomática, su propagación suele ser más silenciosa que la de otras enfermedades, por esto aunque se recomienda la toma de pruebas a todos los mayores de edad, especialmente con las personas que están dentro los segmentos de más riesgo, tales como:
- Personas que usen o hayan usado drogas intravenosas.
- Bebés nacidos de madres con hepatitis C.
- Personal de la salud que esté expuesto a sangre u otros fluidos corporales.
- Personas que practiquen sexo sin preservativo.
- Personas que hayan recibido transfusiones de sangre antes de 1992.
¿Es tratable la hepatitis C?
Sí, la hepatitis C se trata con medicamentos antivirales, que pueden curar la enfermedad en la mayoría de los casos, sí son detectados tempranamente. El objetivo de los medicamentos es disminuir la carga de virus en el cuerpo.
En casos en que la infección sea de tipo aguda, es probable que se espere que llegue al estado crónico para empezar el tratamiento. Existen actualmente diferentes medicamentos y tratamientos, los cuales dependen del estado en el que se encuentre la enfermedad al momento del diagnóstico.
Si la hepatitis C es crónica, se trata con medicamentos antivirales, los que pueden curar la enfermedad en la mayoría de los casos. Cuando la enfermedad está en un estadío muy avanzado y ha causado cirrosis, los tratamientos incluyen medicamentos, cirugía y otros procedimientos médicos. Si la hepatitis C provoca insuficiencia hepática o cáncer de hígado, es posible que se necesite un trasplante de hígado.
¿Se puede prevenir la hepatitis C?
En la actualidad, aunque se sigue buscando todavía no existe una vacuna para la hepatitis C. Pero la infección se puede prevenir con acciones simples como:
- No compartir elementos de uso personal como agujas, cepillos de dientes, cuchillas de afeitar ni otros materiales de uso de drogas intravenosas.
- Cuidado y uso de guantes si tiene contacto con la sangre de otra persona o heridas abiertas.
- Asegurarse de los procesos sanitarios y asépticos en prácticas como piercings y tatuajes.
- Usar condón de látex cuando tiene relaciones sexuales.
- Moderar el consumo de bebidas alcohólicas.
La hepatitis C es una enfermedad que puede ser intervenida y tratada, así que es importante hacerse chequeos y pruebas constantes para hacerlo a tiempo.
Fuentes:
Juan Carlos Restrepo Gutiérrez – Hepatólogo
https://medlineplus.gov/spanish/hepatitisc.html
https://www.kidneyfund.org/en-espanol/enfermedad-de-los-rinones/hepatitis-c/tratamiento-de-la-hepatitis-c/